La IX Cumbre de la CELAC en Honduras

La ministra de la secretaria de Defensa Nacional (SEDENA), Rixi Moncada, recibió este lunes al presidente de la República del Uruguay, Orsi Yamandú, quien arribó al país para participar en la histórica IX Cumbre de jefas y jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

La Cumbre de la CELAC, que reunirá a líderes de toda la región, busca fortalecer la integración política, económica y social de América Latina y el Caribe.

La participación de Orsi Yamandú en esta edición de la Cumbre marca su primera visita oficial como presidente, y se espera que durante el evento sostenga reuniones bilaterales clave con otros mandatarios de la región, en temas como cooperación regional, desarrollo sostenible y fortalecimiento democrático.

La IX Cumbre de la CELAC se perfila como un momento clave para la articulación de estrategias conjuntas frente a los desafíos globales que enfrenta la región.

Participación de la Secretaria de Defensa Nacional Rixi Moncada en la CELAC

Durante su participación en el Foro Internacional "Integración, Solidaridad, Desafíos y Oportunidades de la CELAC frente a un mundo en transformación"

La secretaria de Defensa Nacional de Honduras, Rixi Moncada, hizo un llamado contundente a la unidad regional y a la defensa de la identidad latinoamericana como respuesta a los retos globales.

"Aquí en Honduras, Latinoamérica dijo: escogemos el trabajo conjunto, el apoyo mutuo, la solidaridad, y la dignidad de nuestros pueblos por sobre el miedo y el aislamiento", expresó Moncada, subrayando el compromiso de los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) con los valores colectivos y la cooperación regional.

En su intervención, la funcionaria hondureña insistió en la necesidad de preservar la cohesión entre los países de la región: "Concluye con mantener el principio de la unidad, de la solidaridad, del multilateralismo por mantener la región que tiene una identidad propia, comenzando por el idioma, por nuestras tradiciones y nuestras costumbres, mantener a nuestros pueblos unidos y de cara a los nuevos desafíos que se nos impone".

Moncada calificó como extraordinaria y exitosa la realización de la IX Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC, destacando el liderazgo de los presidentes latinoamericanos: "La cumbre ha sido extraordinaria y exitosa, América Latina tiene talento. Los presidentes que representan con legitimidad a los pueblos han hecho planteamientos claros y eso nos debe de continuar dando esperanza", concluyó.

El foro, que sirvió como espacio de reflexión colectiva en el marco de la Cumbre, ha reforzado el mensaje de que Latinoamérica y el Caribe enfrentan los desafíos del siglo XXI con una visión común, basada en la solidaridad, la dignidad y la cooperación.

Es tiempo de las mujeres

En un momento histórico para la región, el liderazgo femenino se consolida como una fuerza transformadora en el panorama político de Latinoamérica y el Caribe. Xiomara Castro, presidenta de Honduras; Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México; y Rixi Moncada, Secretaria de Defensa Nacional de Honduras, son muestra de que el continente vive una nueva era en la que las mujeres no solo participan, sino que lideran.

A este escenario se suma la figura emergente de Rixi Moncada, candidata presidencial en Honduras, quien ha captado la atención nacional e internacional por su visión progresista y su compromiso con la justicia social y la equidad de género. Su candidatura simboliza la continuidad de un proceso de empoderamiento femenino que se ha gestado durante décadas y que hoy se manifiesta con mayor fuerza.

“Nosotras, las mujeres, tenemos don de mando, capacidad de conducción y la suficiente convicción para conducir los destinos del país”, afirmó Moncada.

La presencia de estas líderes no solo representa un cambio en la balanza del poder, sino también una oportunidad para reimaginar la política desde una perspectiva más inclusiva, empática y comprometida con los sectores históricamente marginados.

Este fenómeno regional responde a una creciente exigencia social por equidad de género, transparencia y nuevos modelos de gobernanza, marcando un hito en la historia democrática de América Latina y el Caribe.

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